lunes, 22 de marzo de 2010





La sangre se inquietaba en mis venas
y aquel verano al norte partí,
para olvidarme de mi rutina
y sentirme liberado al fin.
Ver la tierra bañada de sol,
respirar aire en las alturas,
llenar el cuenco de mis ojos,
con lo más frágil de la locura...

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